Arrebato lésbico en una palabra: ‘Tuya’

Estremecida. Así me tienes, con los sentidos a flor de piel, como si mi alma estuviera rotulada a tu nombre desde antes de encontrarte. Hay mujeres que saltan tímidamente, pero tú te deslizas, tienes arte para acercarte a mi mente y a mi piel.

¿Qué me hiciste? Esa es la pregunta recurrente, de la que no encuentro respuesta en noches de desvelo, al reconocerme como una chica irremediablemente feliz y plena; tanto que me asusta, porque no sé si se trata de un espejismo.

Apretar mis labios con los tuyos es un acto de inercia emocional y física, es necesidad y
recompensa, para experimentar después más necesidad inducida e insuficiente recompensa. Es como tener sed y no poder saciarla. Tus labios carnosos, cálidos, alteran mis pulsaciones y erizan mi piel, hasta sentirte en mi cuello, pechos, en mis caderas y muslos.

Al habitar tus labios no pienso, solo siento que en tu piel apaciguo todas mis necesidades.
Al besarte, tus manos hacen de mi cuerpo presa y caigo rendida al arrebato de la desnudez desesperada.

Tu cabello suelto y tu olor son mi adicción. Me haces respirar profundo, me haces esclava del calor y la humedad, hasta temblar, hasta morder y empuñar sábanas, con el corazón y el cuerpo expuesto. Soy tuya y quiero (por no decir necesito) que vengas a tomar lo que es tuyo.

Cartas y cuatro canciones de un amor dividido por el Muro de Berlín

Él de Estados Unidos y ella de Alemania. Robert Bans y Julia Braun, dos nombres, una pareja, de la que por ahora solo queda rastro en letras. Cartas de amor y un casete con cuatro canciones, autoría de Robert, fueron encontrados a principio de 2016 bajo el piso de una antigua buhardilla de Berlín. Es así como sale a la luz este amor en tiempos del Muro y cuyos documentos más recientes datan de 1975.  

Sorprendente historia de un amor truncado. Robert, de quien se presume según las cartas fue periodista estadounidense (también pudo ser un espía, aunque no hay documentos de su existencia); demuestra su preocupación por la división de la capital alemana en sus zonas Este (República Democrática Alemana) y Oeste (República Federal Alemana).

“Querida Julia. Te escribo estas líneas después de conocer las últimas noticias acerca de la situación política en Berlín Este. La vida parece estar poniéndose más y más difícil por allí. ¿Cómo van los suministros de comida en la zona? Espero que puedas mantener los contactos que dan alimentos a ti y a tu familia…”.

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En las misivas Robert le cuenta a Julia de su trabajo en Berlín Oeste, detallando que estuvo cubriendo información internacional y que estaba muy enterado de lo que ocurría del otro lado del Muro. “Mi mayor deseo es poder estar allí contigo para apoyarte.

Sobre las canciones

El portal informativo de ABC ofrece una extensa nota sobre el hallazgo musical de la cinta de Bans. “Grabada un mes antes del envío de la última carta, contiene cuatro canciones registradas en estudio profesional y con banda de acompañamiento en las que puede identificarse a un cantautor soberbio, de voz penetrante y cercana y con un formidable don para la composición. Demasiado bueno para no haber trascendido”, detalla la noticia de ABC.

Sobre el material se hizo un trabajo de limpieza y masterización, además de un proceso de verificación, que no arrojó resultados sobre Bans. “Por su concepción musical, los temas suponen una anomalía cronológica en la evolución estilística de los «songwriters» anglosajones”, expone la nota.

“Casi se podría decir aquello de «suena muy noventas». Reconfirmada su autenticidad al tener acceso a los audios originales, completamente vetustos y desgastados, llega el siguiente paso: localizar esos temas a través de identificadores como Shazam, y buceando hasta la extenuación en Internet. Nada de nada”.

Para escuchar las cuatro canciones hacer clic aquí.

En un mercadillo de Turín se venden cartas de amor antiguas a €1

Entusiasmo nos despertó la noticia de una señora de más de 60 años que vende cartas de amor en el mercadillo ‘Balon’ de Turín, en Italia. La novedad ha captado la atención de personas de diversas edades, curiosos y coleccionistas; también de medios de comunicación digitales que hacen eco de la novedad, en especial por el costo que tiene a cada una de las misivas: €1.

“Estamos especializados en el coleccionismo de cartas: álbumes de cromos, libros antiguos, billetes y cartas. Éstas nos llegan de viejas librerías compradas en bloque, de áticos de los abuelos o de archivos familiares salvados de ir a un vertedero”, explica Catherine, la mujer que vende las cartas, según fue reseñado por el diario italiano ‘La Stampa’.

Un ejemplo es la carta enviada por una dama llamada Rina a su amado sargento durante la Segunda Guerra mundial en 1943:

“Mi Pil queridísimo: Te he esperado hoy con ansia, te esperaré mañana y siempre. Cuando vengas, seré muy feliz, tanto que deseo que ese momento sea lo más pronto posible”.

Desde cartas de soldados en el frente, de inmigrantes que inician nuevos viajes hasta de compañeros de colegio se pueden encontrar en el puesto de Catherine. La vendedora comenzó con esta venta hace una decena de años y asegura que «tienen una gran demanda».

Sus cartas salen de áticos de abuelas, de bibliotecas antiguas e, incluso, de archivos familiares guardados en vertederos. Personas de todas las edades se han interesado por este producto escrito y de antaño que rememora la comunicación antes del auge del Internet. 

Algunos ofrecen grandes cantidades de dinero por todas las cartas que Catherine ha rechazado porque «prefiero vender una cada vez. No pasará de moda».